No creo en
el pecado, creo en una ley natural que castiga la maldad y enaltece al bien…
Creo que matar es malo, no porque Dios lo diga sino por el mero hecho de que no
soy nadie para privar de la vida a otra persona… Creo que es la propia maldad
la que se revierte contra quién la practica. Creo que Dios es quién nos regala
todo, y por eso creo que debemos respetarnos. Pero no creo en que sea Él quien
nos castigue. Más bien quiero pensar que no hay acción sin reacción, y que si
le hago mal al mundo nada más lógico que recibir también mal.
Hay
excepciones, asesinos que viven en santa paz, crueldades al parecer impunes…
Pero no considero necesario devanarme la cabeza tratando de resolver esos
asuntos. Las dejo en sus manos. En este mundo hay infinidad de cosas que no
entiendo, y sería un acto de soberbia tratar de encontrarles una explicación.
Él sabe por qué suceden las cosas, y no necesito saber más…
Pero lo que
si se, y nadie puede convencerme de lo contrario, es que Él no es un Dios que
castiga, no es justiciero, no es vengativo. Si lo fuera ya no sería digno de
ser llamado Dios.
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